Las pruebas confirman la baja del asturiano ante Osasuna tras el esguince sufrido en Madeira.
David Villa se dispone a entrar en su automóvil tras ser sometido ayer a una exploración manual en la Ciudad Deportiva.
La controvertida decisión de Unai Emery de hacer jugar a David Villa en la recta final del encuentro del Valencia frente al Marítimo ha desatado la polémica. Ajeno a este debate, el internacional acudió ayer por la mañana a la Ciudad Deportiva de Paterna. El ariete quería saber el alcance de su lesión de tobillo. Y casi tan preocupada como el propio futbolista, gran parte de la afición blanquinegra se pregunta si era necesario que, dadas las circunstancias, el pichichi de la Eurocopa saliera al maltrecho terreno de juego portugués.David Villa llegó a Manises pasadas las cuatro de la madrugada de ayer. Y siete horas más tarde ya estaba en Paterna. Durante cerca de 40 minutos Antonio Giner, jefe de los servicios médicos de la entidad, estuvo haciendo pruebas al Guaje. Pero los resultados no eran claros, así que tanto el asturiano como el doctor Giner se desplazaron hasta la clínica Umivale. Allí se confirmaban las sospechas: Villa sufre un esguince moderado en su tobillo izquierdo.El internacional será baja para el encuentro de mañana ante Osasuna. Pero no debe cundir el pánico. La lesión del Guaje no es grave aunque se necesitan más de dos días para que se cure por completo. Así que el objetivo de los servicios médicos del Valencia es que se recupere para la siguiente cita liguera, que será ante el Málaga, el jueves y a domicilio. Por lo tanto el asturiano se someterá a tratamiento en Paterna para su recuperación.La frivolidad de Unai Emery en el partido de la Copa de la UEFA le podía haber costado muy cara al Valencia. Con lesionados de antemano, casos de Marchena, Baraja, Vicente o Silva, utilizar a Villa en tierras portuguesas fue un lujo innecesario y por el que se podía haber pagado un precio excesivamente alto. Sólo dos jornadas de Liga y un partido de la Copa de la UEFA han sido suficientes para arrebatar al Valencia aquello que el dinero no pudo quitarle. Las lesiones han sido más fuertes que las constantes tentativas de Madrid y Barça para hacerse con los servicios de Silva y Villa.La ausencia de estos jugadores es una mala noticia. Las estadísticas lo corroboran. Desde que ambos forman parte del conjunto de Mestalla, sólo han estado ausentes en dos ocasiones. Y los resultados no fueron nada buenos. El primer encuentro fue en la Champions. El 5 de diciembre de 2006 frente a la Roma. Quique Sánchez Flores dirigía al equipo desde el banquillo y perdió ante el conjunto italiano. En aquella ocasión el Valencia no se jugaba nada, pues ya estaba clasificado para la siguiente fase de la competición europea.La segunda derrota del equipo blanquinegro sin Silva ni Villa tuvo mayores consecuencias. Fue el último encuentro del técnico madrileño al frente del equipo. Novena jornada de Liga con un contundente marcador final: 3-0 y posterior destitución de Quique.El Valencia tendrá mañana la oportunidad de revertir la historia, de romper esta racha negativa que le persigue cuando no dispone de Silva y Villa. Es el gran problema que se le plantea a Unai Emery dentro del terreno de juego. El dilema llega también también a los aficionados, muchos de los cuales tampoco terminan de comprender la decisión del entrenador de utilizar a Villa frente al Marítimo.El técnico del Valencia había decidido reservar a su goleador tras comprobar el mal estado del terreno de juego y, sorprendentemente, le dio entrada cuando tan sólo faltaban 12 minutos para finalizar el choque y se mantenía la mínima victoria en el marcador. No se entiende que Emery diera entrada a Villa en semejantes condiciones, sin olvidar, además, que hay un partido de vuelta en Mestalla en el que se decidirá la eliminatoria, ante un rival muy inferior.Unai Emery tentó a la fortuna, asumiento un riesgo tan elevado como innecesario y por el que el Valencia ha podido pagar un precio excesivamente alto. Las palabras pronunciadas por el entrenador valencianista tras ganar al Marítimo tampoco son una justificación que se ajuste a la realidad. No sirve aquello de que buscaba sentenciar el marcador final ni lo de dar descanso a Zigic. Disponía de otras alternativas, de otras bazas a jugar... y de un partido de vuelta antes de optar por arriesgar a su futbolista más rentable y necesario en estos momentos.
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